MÃO NA LATA


"Mão na Lata" (Mano en la Lata)  es un proyecto educativo con una larga trayectoria y un gran éxito basado en la fotografía. Tatiana Altberg es la creadora de esta iniciativa que arrancó en 2003, destinada principalmente a niños en proceso de exclusión y con un bajo índice de alfabetización. La misión principal de Altberg es compartir su capacitación profesional al tiempo que rompe con la idea de que los profesores son los portadores de todo el conocimiento y los estudiantes deben comportarse como receptores pasivos: optó por utilizar la fotografía como medio educativo.

Una de las mayores cualidades que tiene esta disciplina es poder contar la Historia a través de imágenes. Y con esa idea, los niños salieron a la calle con sus cámaras buscando todo tipo de escenas que pudieran narrar algo de sus vidas, de su barrio, e incluso escenificaron imágenes de textos de los autores Jorge Amado y Joaquim Machado de Assis. Los medios económicos y materiales para la actividad eran muy escasos, por no decir nulos, así que decidieron fabricar sus propias cámaras estenopeicas (pinhole).

Diez años después, los miembros del grupo han publicado un libro y un documental: Cada dia meu pensamento é diferente (Cada día mi pensamiento es diferente), basado en la narrativa en imágenes de textos del acontecer diario en la gran favela de Río de Janeiro. Este libro está compuesto por imágenes muy cercanas a las vidas de estos niños, sus sentimientos, sus mayores miedos, el lugar donde viven… Altberg les animó a que captaran todo este tipo de escenas sin temores. Para que estos niños se vieran a sí mismos, y fueran capaces de revelar el medio donde vivían, realizaron como ejercicios una serie de autorretratos, perdiendo así el miedo a compartir sus ideas.

Fuentes: 20 minutos / La huella digital 

EL PLACER DE LA LENTITUD


Justin Quinnell es uno de los maestros modernos de la fotografía estenopeica, llegando a experimentar con imágenes de hasta de 6 meses de exposición en un proyecto personal que trataba de registrar puntos de vista de Bristol (su ciudad natal) con el sol a través del cielo desplazándose desde el solsticio de invierno (22 de diciembre) hasta el solsticio de verano (20 de junio). 

La mayoría de las cámaras sobrevivieron durante estos meses al viento, la lluvia, el granizo y hasta a ser arrojadas a la basura. Algunas estaban en blanco, otra llena de agua y otra, exponiendo aún, en la actualidad inaccesible bajo 10 pies de zarzas, esperando para siempre a ser recuperada. 

Pero lo que podía parecer la fotografía con el tiempo de exposición más largo de la historia (6 meses) pasó a ser de "segunda división" después de ver fotos con tiempos de exposición de hasta 3 años. Por ejemplo, el fotógrafo Michael Wesely fotografió la construcción del MOMA de Nueva York del 9 de agosto de 2001 al 2 de mayo de 2003, aunque tiene otras de 34 meses.

Michael comenta que las líneas en el cielo de sus fotos sitúan nuestra existencia a nosotros y a nuestro planeta en el contexto de la danza del universo, que coexiste con otra escala de tiempo completamente distinta a la nuestra.

Fuentes: 3viajesaldia y f2.8, gracias a Esteban Martinena.

A PUNTO...

Después de 2 intensos cursos académicos, por fin estamos ultimando los detalles del catálogo con el fruto de este trabajo, que tan buenos momentos nos ha hecho pasar. Lo próximo será mostrarlo y compartirlo con cualquiera que esté interesado en conocer lo que dan de sí con respecto a la captación de imágenes unas cajas de cartón, latas, bidones, etc. A la espera de la anunciada edición en papel, ya podéis visitar el Flickr actualizado, y de paso os dejamos con un par de vídeos realizados por el IES Xelmírez I de Galicia.